Son todas joyas

Una selección de mujeres que ocuparon lugares importantes en Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota. Empezamos por: La Negra Poli
La negra calmó las fieras ricoteras cuando una vez puso música clásica en un recital. La negra, dicen, miraba fijo y todos hacían silencio. Es una “máquina de decir no” a discográficas que no iban con sus deseos. El cerebro de los redondos, ingeniera psíquica. La negra Poli, manager de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, fue puente entre la banda y que la música sea posible en remeras recitales y nuestros corazones. Mujer de mirada fuerte y decidida, con su pelo negro y ojos que traspasan la tapa del libro “Fuimos Reyes” (Mariano Del Mazo/Pablo Perantuono), en la que está sentada en medio del Indio Solari y Skay Bellison, compañero de trabajo y de vida. Artista de la organización, responsable de que esos feroces recitales sean posibles. De andar decidido, pero también ternura y compañera. Cuando en la revista Cerdos y Peces le hablaban de Luca Prodan, las palabras cambiaban y con un suspiro decía “pobrecito” “Luca era tan chiquito en ese época. Yo lo quería mucho, fue mi gran amigo”. O el mismo Willy Crook (saxofonista de los redondos) decía que la negra era como una madre, y hasta le hacía dobladillos a sus pantalones. Cuando sacaron el primer cd, Gulp! Cuenta Rocambole en este mismo libro, fue una producción completamente artesanal: portadas en serigrafía, una por una en tamiz de seda. Hicieron siete mil copias que las pegaron con plasticola, y los sobres eran fotocopias. Para la distribución, cuenta la negra, fueron a la distrubuidora “Belgrano”. Le ofrecieron monedas. Entonces, agarró una valija, y fue por todas las disquerías posibles en la que las dejó a consignación. Lo mismo en todas las revistas y diarios importantes del país. Fue dejando ese disco, como sembrando rincones de una banda que hoy suena hasta en las paredes de los barrios.

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