Maria Epumer: "Mapu"

 



“Agarro la guitarra y desaparezco”, decía María Epumer, en las notas que hablaba siempre con una sonrisa y con calma. Y sí. Desaparecía, porque se expandía en el aire. Verla al lado de Charly, con esa guitarra que hacía sonar a gustito a algo cálido, a algo dulce pero no por eso “suavecito” y para ponerle voz cuando Charly le daba el lugar y ella entraba como brisa de verano. Una sensación de qué lindo que es estar. Y la vez, con esos punteos que llegar al cora, y siendo a la vez tan hermosa, y por qué no, la guitarrista más representativa del rock argentino, ni un hilo de violencia tenía, ni un poco de sobervia. Cuando la imagen del rack parece un decir “acá estoy yo” ella no lo decía. Sólo tocaba, aportaba voces, y el mundo vibrada distinto.

Cuesta ver bien su cara en los shows con Charly. Será porque le daba vergüenza el público, será porque no le hacía falta. Una sombra en los juegos de luces, en su ropa sencilla la rodea, pero ella resonaba igual, era esa ola salada de alivio que acompañaba el fuego de Charly. Para después verla crecer más, acercarse, a la par de él. Como en ese video de 1995(Mar del Plata, festival internacional de la canción) en el que están de gira con la hermosa catástrofe que fue “La hija de La lágrima” “una sobreviviente” dijo el periodista Sergio Marchi, y aunque los 90 fueron una época dura para Charly, ella en ese video se acerca a ese fuego, comparten el micrófono, y no se quema, se mezcla el agua y el fogón y cantan “Víctima” tan  a la par, tan igual a igual.

 

De familia musical, como repiten en las biografías de internet: Lito Epumer, su hermano, del palo del jazz, su viejo, guitarrista, Celeste Carballo su tía. Desde los 9 años ya estaba con la guitarra, y bastante chica era cuando entró a tocar para el cd Maria Rosa Yorio, a los 16 años. “Empujadora profesional” la llamaron sus amigas y compañeras musicales en una entrevista radial hecha por Alcira Garido, “Dead Mosquit” le decía Charly, que como cuenta Sergio Marchi era “con ese perfil tan bajo que la Epumer acostumbraba amanetener, siempre hacía cosas y avanzaba como una hormiga, construyéndose caminos”. También le decían “Chipi chipi” por el momento en el que ella misma le dijo a Charly que a “La hija de la lágrima le faltaba un hit” y él en 20 minutos compuso ese tema.


Así, de “tímida” como se la nombra, cuando se encontró con Charly y  le contó que le faltaba una guitarrista para una gira, ella le dijo “llévame a mi”. Y ahí siguió su viaje. No empezó. Ya venía de hace rato con esas ochentosas Viudas e Hijas de Roque Enroll, Maleta de Loca, fueron sus primeros bondis. Y siguió con Charly, no solo en varios cds y giras, si no que también en un Umplugedd que es un retarto eterno del rock. Hablar de la experiencia de mapu, es hablar de un camino enorme: en 1992 estuvo en el cd de Luis Alberto Spinetta “Peluson Off Milk” también con Fito, también con su tía Celeste, incluso en búsqueda de sus raíces mapuches, con “Montecarlo Ensamble”  un colectivo artístico en el que grabó dos cds a beneficios de los pueblos originarios. Muchas son las ramificaciones de esta mujer que no quería encerrarse en un estilo, un camino de hormiga con presencia y humildad.

Pero sus caminos estaban para más, y vino su lado solita.Un trabajo delicado y profundo tiene cada uno de esos cds. Todos tienen una particularidad, detalles, como una artesana que lustró y pulió su obra. Desde “Señorita Corazón” en el que participan personas como el guitarrista de Iggi Pop, “Perfume” una reliquia llena de distintos artistas que hicieron su aporte artistas como Fito Paez, Emanuel Horvileu, su amiga y compañera Claudia Sinesi, el mismo Charly e incluso Spinetta que al cerrar la grabación, les hizo unos ñoquis.

El amor artesanal, la música de puño y cuerpo siguió con “Pocket pop” en 2001 un cd en forma de esas latas con pomadas que ella misma compró. Tiene dos temas, con una gran exploración ya en sonidos modernos, en el trabajo audiovisual que tiene el video clip.

Ya en 2003, hizo una pequeña gira para difunidr “Compilady” un compilado con sus temas pero con otra artística y pistas de sonido que parecen música de hoy. Música que tendría que estar sonido. Porque sí, hizo tan de hormiga su laburo, tan de forma humilde y trabajadora, que su camino llegó hasta hoy, año 2020. Que siga caminando la hormiguita.


Imagen archivo: "El Rockero"




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